Muchas veces cuando alguien llora decimos: "No le hagas caso, son lagrimas de cocodrilo"; ¿porque?. En realidad estos enormes lagartos necesitan calentar sus cuerpos al sol, este fenómeno produce cierta exudación de liquido salino a través de unas glándulas especiales debajo de sus ojos; así regulan también la humedad corporal. Parece que lloran, pero no tengas compasión de ellos porque ellos no la tendrán de ti, si pudieran te tragarían vivo!, así que de tiernos y llorones no tienen nada.
Pero ¿Cómo juzgar lagrimas ajenas?. Cuantas veces victima de las apariencias, emitimos un juicio incorrecto así nuestros semejantes y sus actos; definimos a la aparente victima dejándonos conmover por sus lagrimas y castigamos al aparente culpable, o lo que es peor, ignoramos el llanto ajeno atribuyéndole un carácter de comedia o espectáculo, decimos "solo quiere llamar la atención" cuando en realidad eran lagrimas genuinas.
Salomón en el Proverbio 25:8-9 escribe "No lo lleves de inmediato al tribunal, pues ¿Qué harás si al fin de cuentas tu prójimo te pone en confianza?. Defiende tu causa contra tu prójimo, pero no traiciones la confianza de nadie". En resumen seamos lentos para llevar a alguien a juicio no para juzgarlo apresuradamente. También Santiago nos dice "Todos fallamos mucho, si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta, capaz también de controlar todo su cuerpo"(Sgo.3:2).
Así que mis queridos amigos, eso de "lagrimas de cocodrilo" tomémoslo con pinzas; no te dejes impresionar fácilmente por el que llora, pero tampoco cierres tu corazón a sus lagrimas, porque puede estar pidiendo ayuda a gritos. como alguien dijo "Dichoso aquellos que pueden ver el llanto detrás de una sonrisa, o la risa burlona detrás de un llanto!"...
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